domingo, 28 de septiembre de 2014

La civilización antidiluviana

En civilización antediluviana el arte cumplía una función primordial para la vida humana, y era la expresión de una percepción y unos conocimientos profundos sobre la naturaleza del mundo.
El arte entendió siempre cual era la verdadera estructura del universo en que vivimos, y del mismo modo que nos dejó las sinfonías en piedra que son las construcciones imposibles, para recordárnoslo, dejó también constancia de sus descubrimientos en el campo de la música.


La idea básica de su música es la generación de armónicos. Los armónicos son la expresión sonora del proceso recursivo omnipresente en la Naturaleza. En esta música, cada nota contiene una octava interna, cada una de cuyas notas contiene una octava interna, y así hasta el límite de la percepción. Al parecer, los hindúes poseen la capacidad de discriminar estas octavas internas, encontrando muy placentera la experiencia cuando a nosotros nos suena una música bastante aburrida.

Existió un pueblo que usaba la música como cebo para sus pesquerías.La música objetiva posee el poder de hacer llorar o reir a una persona, de hacer crecer o morir una planta, o de enfermar o sanar a alguien, todos ellos son casos documentados. En el terreno del mito, la música de Orfeo movía montañas y los árboles corrían a escucharla. Las murallas de Jericó fueron derribadas por el poder de los armónicos, y muchos templos fueron construidos liberando a las rocas de la" fuerza de gravedad", por medio de la música.

El siglo pasado, un hombre extraordinario recorrió Asia durante su juventud, recogiendo en una memoria prodigiosa toda clase de cantos , rezos y danzas sagradas que aún se conservaban en ciertos recónditos lugares; más tarde reunió y dió forma a todo ese material que quedó conservado para la posteridad gracias al esfuerzo anónimo de mucha gente.
Hoy, un grupo de músicos fiel a sus enseñanzas, nos devuelve aquella música en toda su plenitud:

Diego Sánchez Campos
http://www.sargodeatargatis.es/arte-objetivo.html

La humanidad prediluviana hablaba una misma lengua, el lenguaje de la música y de los glifos.
Tal circunstancia favorecería el adelanto de las artes y las ciencias, puesto que requieren el esfuerzo colectivo de muchas personas con diversos talentos. Además, la mayor duración del promedio de vida del que entonces disfrutaban les permitiría seguir sumando conocimientos a lo que ya habían aprendido con el paso de los siglos.

Durante la época antediluviana fueron surgiendo varias industrias. Había fraguas donde forjar “toda clase de herramienta de cobre y de hierro” (Génesis 4:22).

El conocimiento acumulado habría permitido que las generaciones sucesivas desarrollaran ciertas especialidades, como la metalurgia, la agronomía, la ganadería, la literatura y las bellas artes.





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